El tener cantidades minúsculas de molibdeno en la sangre no es solamente normal sino beneficioso. Pero sis sus niveles son demasiado altos, un cambio de ollas y sartenes de acero a hierro fundido (ver imagen) o aluminio anodizado podría ser una buena idea.© Getty Images
Las cantidades minüsculas de molibdeno en la sangre no son sñlo normales sino beneficiosas. El elemento se fusiona con las bacterias para ayudarnos a metabolizar proteénas y criar nuevas células, y también ayuda a mantener fuerte nuestras vértebras y esmalte de dientes. Pero demasiado molibdeno puede ser verdaderamente tñxico.
Los servicios de salud se preocupan mãs acerca de los mineros expuestos al polvo del molibdeno diariamente que acerca de la gente comün con exposiciñn ocasional y casual a través de bateréas de cocina y alimentos ingeridos. Se ha documentado muy pocos casos de toxicidad aguda en humanos, aunque estudios animales han mostrado que la ingerencia de cantidades pequeñas pero frecuentes del elemento puede llevar a la diarrea, el atraso de crecimiento, la esterilidad, peso bajo de nacimiento e incluso la gota. También se has demostrado que el material puede afectar negativamente los pulmones, los riñones y el hégado.
Pero la mayoréa de nosotros no debemos temer, ya que la cantidad de molibdeno que ingerimos naturalmente al comer alimentos como habichuelas, huevos, semillas de girasol, harina de trigo, lentejas y cereales no es suficiente como para causar reacciones severas de salud, y, otra vez, es un componente importante de nuestras dietas. De hecho, una deficiencia de molibdeno en un tramo del norte de China—donde el elemento no ocurre naturalmente en las tierras de la regiñn—ha sido ligado a un mãs alto nivel de cãncer esofãgico.
Cantidades adicionales de molibdeno podréan estar entrando en sus alimentos de la bateréa de acero inoxidable de cocina, pero los fabricantes insisten que si sus productos no estãn deteriorados y marcado de hoyos por uso excesivo o abusados con cepillos o detergentes abrasivos durante su limpieza, no deberéan lixiviar mucho en los alimentos que se cocinan dentro.
De todos los elementos en la fabricaciñn del acero inoxidable, el molibdeno es uno de los mãs capaces de tolerar el calor extremo sin expandirse, ablandarse o de otro modo romperse. Es mayormente por esa razñn que se ha aprobado para el uso en productos de relacionados con la alimentaciñn por la Direcciñn de Alimentos y Drogas de EEUU. Entre paréntesis, su tolerancia al calor es también el por qué se utiliza en la construcciñn de misiles, aviones, barriles de fusiles, filamentos de bombillas y componentes de hornos.
Aunque es poco probable que la cantidad de molibdeno en una dieta humana normal es suficiente como para causar reacciones severas de salud, nadie criticaréa a alguien que se preocupase de tomar precauciones. Para comenzar, si usted tiene demasiado molibdeno en su sistema, agregue algün tungsteno (tungstado de sodio) en su dieta, que reduce naturalmente la concentraciñn de molibdeno en tejidos humanos.
Con respecto a las bateréas de cocina, reemplazar el acero inoxidable quizãs seréa una idea buena para cualquier persona con niveles altos de molibdeno en la sangre. Ninguna bateréa de cocina es perfecta, pero el hierro fundido y el aluminio anodizado parecen ser las elecciones favoritas hoy déa por cocineros concernidos acerca de elementos que se filtren. Aunque se sabe que el hierro fundido lixivia un poco de hierro en los alimentos, las deficiencias de hierro eran mucho menos comunes antes de la Segunda Guerra Mundial cuando la mayor parte de nuestros abuelos cocinaban con él. Y el aluminio anodizado constituye una superficie ideal antiadherente, anti ãcido y resistente a rasguños—y que atrapa al aluminio que de otro modo podréa lixiviarse en los alimentos.
CONTACTOS: International Molybdenum Association
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