Semana del 11/06/2006

Querido DiãlogoEcolñgico:Acabo de leer que los bebés nacen ahora con sustancias quémicas artificiales en su sangre. Esto es bastante alarmante. éQué es lo que estã pasando?

—Sandra McGregor, Portland, OR

"Peso Corporal" (Body Burden), un estudio de 2005 de la organizaciñn sin fines de lucro Grupo de Trabajo Ambiental [Environmental Working Group (EWG)], encontrñ que los bebés norteamericanos nacen ahora con cientos de sustancias contaminantes en su sangre. Los resultados se basan en pruebas de muestras de sangre de cordñn umbilical tomadas por la Cruz Roja de 10 bebés, ubicados en partes diferentes de los EE.UU., que nacieron en agosto y septiembre de 2004. Las sustancias mãs comunes encontradas en los recién nacidos eran el mercurio, retardantes de fuego, pesticidas, y la sustancia Teflñn PFOA.

"De los 287 elementos detectados en la sangre del cordñn umbilical, sabemos que 180 causan cancer en seres humanos o animales, 217 son tñxicos al cerebro y sistema nervioso, y 208 causan defectos de nacimiento o desarrollo anormal en pruebas en animals", indica el informe.

En el mes del nacimiento del niño, el cordñn umblical pulsa al menos 300 litros de sangre cada déa, bombeada de acã para allã de la placenta rica en oxégeno y sustancias nutritivas al bebé en véas de rãpido crecimiento envuelto en un saco de fluido amniñtico. El cordñn es el elemento clave entre la madre y el bebé, acarreando nutrientes que sostienen la vida e impulsan el crecimiento.

Hasta hace poco, los cientéficos eran de opiniñn que la placenta protegéa a la sangre del cordñn—y el bebé en desarrollo—contra la mayoréa de las sustancias quémicas y contaminantes del ambiente. Pero los resultados del estudio de la EWG muestran otro cuadro. "Ahora sabemos que en este momento crético cuando los organos, vasos, membranas y sistemas se estãn formando de célula ünica a anatoméa final en un peréodo de solamente semanas, el cordñn umbélico traslada no solamente los elementos esenciales para la vida, sino también un torrente continuo de sustancias quémicas industriales, contaminantes y pesticidas que cruzan la placenta tan facilmente como los residuos de los cigarrillos y el alcohol", señala el informe.

"Estos 10 bebés recién nacidos …nacieron contaminados", dijo la representante Demñcrata Louise Slaughter de Nueva York, quien encabeza el esfuerzo en el Congreso para forzar a los fabricantes de materias quémicas a implementar mãs altos estãndares. "La prueba concluyente que nuestras leyes anti-poluciñn no estãn funcionando es simplemente la lista de las sustancias quémicas halladas en los cuerpos de bebés que aün no han salido del vientre", indicñ Slaughter.

Slaughter también hizo pruebas similares en su propia sangre, la que encontrñ contaminada con bifenilos policlorinados (PCBs), que fueron prohibidos decadas atrãs asé como sustancias como el Teflñn que se encuentran en estos momentos bajo escrutinio por el gobierno federal. "Tengo gases de escape, retardantes de fuego, y en total, unas 271 sustancias dañinas pulsando por mis venas" señalñ ella. "Esto es difécilmente el cuadro de salud que habéa soñado, pero he estado viviendo en una sociedad industrializada por mãs de 70 años".

CONTACTOS: EWG Body Burden Report, www.ewg.org/reports/bodyburden2/.


Querido DiãlogoEcolñgico: éEs verdad que el pastamiento del ganado daña el ambiente?

—Paul Howe, Athol, MA

La mayoréa de los cientéficos y expertos ambientales miran el pastamiento del ganado como una calamidad ecolñgica. Para comenzar, las vacas y ovejas son comedores indiscriminidados que tienden a remover hasta la ültima hoja de pasto y verdor en la vecindad, eliminado asé el refugio y el alimento natural de pãjaros y otros animales silvestres, conduciendo a su declinaciñn. En regiones ãridas, los parajes usados extensamente una y otra vez para el pasteo eventualmente se convierten en terrenos estériles ni siquiera aptos para el ganado. Ademãs, las enormes cantidades de estiércol generadas por el ganado juegan un rol central en la contaminaciñn del agua potable.

Actualmente, los ganaderos vacunos y de oveja rentan aproximadamente 300 millones de acres de tierras püblicas en 11 estados del occidente de Estados Unidos. George Wuerther y Mollie Matteson, en su libro Bienestar Ranchero: La Destrucciñn Subvencionada del Oeste Norteamericano (Island Press), documentan la enorme destrucciñn causada por el pasteo del ganado: "El ãrea total es tan grande como la Plataforma Oriental Costera de Maine a Florida, con Misuré incluido’, indican ellos." De hecho, hasta un 90 por ciento de la superficie administrada por la Oficina de Administraciñn de Tierras (Bureau of Land Management) y 69 por ciento de la tierra del Servicio Forestal Estadounidense (U.S. Forest Service) estãn arrendados a los productores de ganado. Las tierras püblicas federales incluyen numerosos parques nacionales, reservas de fauna, y otros refugios naturales.

Bienestar Ranchero acusa a los rancheros de estar fuertemente subvencionados por el püblico contribuyente, ya que usualmente arriendan terrenos püblicos para el pasteo a precios bastante inferiores a su valor real. Citan el hecho que la tarifa de pasteo en tierras püblicas es "a menudo de ocho a diez veces mãs barata que las tarifas aplicables en terrenos privados comparables". Ademãs de tarifas de pasteo increéblemente bajas, los ganaderos también se benefician con préstamos agrécolas a bajo interés, y los contribuyentes los sostienen también mediante rescates de emergencia y otros programas estatales y federals de apoyo financiero.

Stephen Leckie del Centro de Investigaciñn Internacional Canadiense para el Desarrollo (IDRC) dice que el problema no se limita a los Estados Unidos. El mismo cita un informe de 1997 de la Organizatiñn de las Naciones Unidas Para la Agricultura u la Alimentaciñn (FAO) que muestra 20 por ciento de la superficie terrestre es usada para el pasteo, mientras que solamente 10 por ciento se usa para fines de cultivo. En la América Central, por ejemplo, se ha talado mãs de un tercio de los bosques desde los años 1960, mientras que los pastizales han crecido un 50 por ciento. En India, por otro lado, el ganado y las ovejas sueltas constituyen una seria amenaza a las reservas de tigres y parques nacionales, y estãn poniendo en peligro los intentos de reforestaciñn (ya que se comen los tallos de las nuevas plantas) diseñados para contrarrestar el calentamiento global.

Los vegetarianos han insistido por mucho tiempo que la ganaderéa y el hãbito de la carne son las maneras menos eficientes de alimentar la poblaciñn. Investigaciones de la FAO, por ejemplo, indican que los animales de ganaderéa convierten las plantas

a carnes edibles en forma muy ineficiente. Los estudios demuestran que el ganado en Norteamérica consume aproximadamente seis veces la cantidad de maéz y otros cosechas que eventualmente presenta como carne comestible. Por su parte los analistas del Consejo de Desarrollo Internacional calculan que si los norteamericanos llegasen a reducir su consumo de carne un diez por ciento, esto liberaréa anualmente hasta 12 millones de toneladas de granos. Y un estudio de la organizaciñn no comercial Worldwatch Institute encontrñ que una libra de bistec de ganado criado en establos cuesta cinco libras de granos, 2.500 galones de agua, la energéa equivalente a un galñn de gasolina, y aproximadamente 35 libras de suelo erosionado.

CONTACTOS: FAO, www.fao.org/ag/magazine/0603sp2.htm; IDRC, www.idrc.ca/en/ev-30610-201-1-DO_TOPIC.html; Worldwatch Institute, www.worldwatch.org/pubs/mag/1994/74/mos.