Semana del 18/11/12

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Querido DiálogoEcológico:¿Es verdad que cortar y quemar árboles agrega más contaminación de calentamiento climático a la atmósfera que todos los coches y camiones en el mundo entero?

— Mitchell Vale, Houston, TX

Según la opinión de la mayoría de los expertos, la deforestación en las pluviselvas tropicales agrega más bióxido de carbono a la atmósfera que la suma total de todos los coches y camiones en los caminos del mundo. Según la Red Mundial Sin Coches (WCN), los coches y camiones representan aproximadamente 14 por ciento de las emisiones globales de carbón, mientras que la mayoría de los analistas atribuyen más de 15 por ciento a la deforestación.

La razón por la que el talado es tan malo para el clima es porque cuando los árboles son derribados ellos sueltan el carbón que almacenan en la atmósfera, donde se mezcla con gases invernadero de otras fuentes y contribuye así al calentamiento climático. El resultado es que deberíamos estar haciendo todo lo posible para prevenir la deforestación así como aumentar la eficiencia de combustibles y reducir el uso del automóvil. Según el Fondo de Defensa Ambiental (EDF), un grupo ecologista prominente, 32 millones de acres de pluviselva tropical se cortaron cada año entre 2000 y 2009—y el ritmo de deforestación sólo está aumentando.

“A menos que cambiemos el sistema presente que recompensa la destrucción de forestas, la destrucción de bosques pondrá otros 200 mil millones de toneladas de carbón en la atmósfera en décadas venideras…,” dice EDF.

“Cualquier plan práctico para reducir la contaminación de calentamiento climático lo suficiente—y a tiempo—para evitar consecuencias peligrosas deben depender en parte en la preservación de bosques tropicales,” reporta EDF. Pero es difícil convencer a los residentes pobres de la cuenca del Amazonas y otras regiones tropicales del mundo que deben dejar de cortar árboles cuando los bosques valen más muertos que vivos. “La conservación cuesta dinero, mientras que las ganancias de la madera, el carbón, los pastizales y la tierra buena de cultivo impulsan a las personas a talar bosques,” agrega EDF. Y exacerbar el calentamiento climático no es el único impacto negativo de la deforestación tropical. También aniquila la biodiversidad: Más de la mitad de las especies de plantas y animales del mundo viven en las pluviselvas tropicales.

Una forma en que algunos países tropicales están reduciendo la deforestación es mediante participación en el programa de las Naciones Unidas’ Reduciendo Emisiones por Deforestación y Degradación Forestal (REDD). REDD trabaja en esencia para incentivar la gente que cuida los bosques para que los manejen de manera sostenible y todavía puedan sacar beneficios económicos. Ejemplos incluyen utilizar menos tierra (y por lo tanto cortar menos árboles) para actividades como cultivar café y producir carne y leche. Las naciones participantes entonces pueden acumular y vender créditos de contaminación de carbón cuando puedan demostrar que han reducido la deforestación por debajo de un nivel básico. El programa REDD ha dado más de $117 millones en ayuda financiera directa y apoyo educativo a esfuerzos nacionales de reducción de deforestación en 44 países en desarrollo a través de Africa, Asia e Iberoamérica desde su fundación en 2008.

Brasil está entre los países que abrazan REDD como parte de sus esfuerzos para reducir emisiones de carbón. Gracias al programa, Brasil ha frenado la deforestación dentro de sus fronteras en un 40 por ciento desde 2008 y proyecta lograr una reducción del 80 por ciento para 2020. Los ecologistas esperan que el éxito inicial de REDD en Brasil sea un buen auguro para reducir también la deforestación en otras partes de los trópicos.

CONTACTOS: WCN; EDF; REDD.


Querido DiálogoEcológico: ¿Qué es el estándar “Bluesign” para textiles? ¿Y qué fabricante bien conocido—si hay alguno— lo abraza?

© Bluesign
— Karin Romano, Bristol, CT

Bluesign es un estándar naciente de sanidad y seguridad para el medio ambiente en la fabricación de textiles. La organización basada en Suiza, oficialmente conocida como Bluesign Technologies AG, proporciona auditoría independiente de fábricas textiles, examinando procesos industriales desde las materias primas e insumos de energía a las salidas en emisiones de aire y agua. Cada componente es valorado en base a su impacto ecotoxicológico. Bluesign clasifica sus conclusiones de auditoría de acuerdo a niveles de preocupación, y sugiere maneras de reducir consumo recomendando alternativas a sustancias químicas o procesos perjudiciales donde esto resulte aplicable. Las fábricas textiles que se comprometen a adoptar verificablemente las recomendaciones de Bluesign pueden llegar a ser “Socios del Sistema” certificados y atraen negocio de una gran variedad de marcas y detallistas alrededor del mundo que buscan vendedores más verdes.

Los consumidores eco-concientes pueden sentirse seguros que al comprar artículos de ropa con la etiqueta de Bluesign están adquiriendo la versión más socialmente consciente y menos dañina al ambiente de la chaqueta, camisa, suéter, pantalones, sombrero o guantes que estén considerando. Dado el gran interés para todo tipo de productos más verdes, Bluesign ha ganado tracción seria en los últimos años entre algunas de las marcas prominentes de ropa y equipos deportivos.

Patagonia fue el primer miembro de “marca” reconocida de Bluesign y ha apoyado el programa desde sus inicios en 2000. Aunque sólo 16 por ciento de los productos en su línea de 2012 contiene tejidos aprobados por Bluesign, la compañía ha puesto como objetivo con sus suministradores hacer que todos los tejidos de Patagonia se adhieran al estándar para 2015.

The North Face es un socio más nuevo de Bluesign, pero no menos comprometido a sus objectivos: La compañía ha estado apoyando fuertemente el estándar desde 2010, y ofrece varios artículos de ropa hechos por lo menos con 90 por ciento de tejidos aprobados por Bluesign. En los dos años que la compañía ha estado convirtiendo su cadena de suministro a vendedores aprobados por Bluesign, The North Face ha ahorrado el equivalente de 85 piscinas olímpicas de agua, 38 camiones petroleros de sustancias químicas, y emisiones de carbón semejantes a sacar unos 1.100 coches de las carreteras por un año.

Otro fabricante prominente de ropa deportiva que abraza Bluesign es Helly Hansen de Noruega. En su línea de 2012, más de 100 de 500 productos de Helly Hansen contienen tejidos que satisfacen la norma de Bluesign; se espera que ese número aumentará al 50 por ciento para 2013. Helly Hansen abrazaría completamente Bluesign si no fuera por el hecho que algunos de sus especialidades que deben ser resistentes al fuego no cumplen con el estándar. La compañía espera sin embargo que los fabricantes de textiles puedan resolver ese problema—y entonces puedan ofrecer una línea de productos certificados por Bluesign 100 por ciento. Algunas de las otras marcas grandes de ropa de deportes que se han asociado con Bluesign incluyen REI y Canada’s Mountain Equipment Co-op (MEC).

Está por verse si Bluesign logrará mayor aceptación en este clima económico duro. “Ganar la aprobación de Bluesign cuesta tiempo y dinero a las fábricas y sus proveedores,” reporta MEC. “Tienen que ser convencidos que conseguirán rentabilidad de su inversión en forma de demanda aumentada para sus productos de fabricantes como MEC y últimamente de los consumidores”.

CONTACTOS: Bluesign Technologies; Patagonia; The North Face; Helly Hansen; REI; MEC.