Semana del 20/05/2007

Querido DiãlogoEcolñgico: Sé acerca de los problemas del ozono estratoférico, pero, équé significa "ozono a nivel terrestre" y por qué es un problema?

—D. Goetz, Palm Beach, FL

El ozono (O3) es un gas incoloro que se forma cuando se fusionan tres ãtomos de oxégeno. Cerca de 90 por ciento del ozono terrestre se forma naturalmente en la estratñfera, docenas de kilñmetros encima de la superficie planetaria. Constituye asé la banda protectora que nos escuda contra la sobreexposiciñn a la radiaciñn solar, y por lo tanto se considera "ozono bueno".

El resto del ozono que se ve en el planeta ocurre a nivel de suelo, y se forma cuando los ñxidos nitrosos y diversos "compuestos orgãnicos volãtiles" (VOCs)—que se originan en el escape de autos, emisiones industriales, sustancias quémicas y vapores de gasolina asé como fuentes naturales—se juntan en presencia de la luz solar.

El ozono a nivel de suelo, u "ozono malo", es un componente clave del smog, que hace estragos con la salud humana y el medio ambiente, especialmente en zonas urbanas. La Agencia de Protecciñn Ambiental (EPA) informa que la exposiciñn a incluso bajas concentraciones de ozono terrestre por peréodos largos (varias horas) puede reducir en forma framãtica la funciñn pulmonar y causar inflamaciones respiratorias en gente sana y normal. Los séntomas puden incluir dolores de pecho, tos, nausea y congestiñn. Para la gente con asma y otras dolencias respiratorias, haciendo ejercicio en aire rico en ozono puede resultar mortal. Exposiciñn repetida a altos niveles de ozono por varios meses o mãs puede producir daño estructural permanente en los pulmones.

Ademãs de sus efectos en nuestra salud, la EPA estima que la poluciñn del ozono al nivel terrestre es responsable por casi $2 mil millones de pérdidas anuales en cosechas agrécolas tan sñlo en los EUA. Este gas omnipresente también ha sido culpable de la destrucciñn de bosques en California y la costa este de los EUA, ademãs de contribuir al calentamiento global.

Bajo el mandato de la Ley de Aire Limpio, la EPA estã encargada de vigilar y limitar la cantidad de ozono a nivel terrestre en las ãreas residenciales, y de dar la alarma cuando los niveles de smog suben mãs allã de su norma de 0,12 partes por millñn. Sin embargo, nuevos estudios sugieren que el ozono de suelos causa efectos adversos en la salud incluso a concentraciones menores. Y segün la EPA, las ãreas rurales también sufren de crecientes niveles de ozono, ya que el viento lleva al ozono y los contaminantes que lo forman cientos de millas de sus puntos de origen. A raéz de esto, la EPA estã estudiando si debe revisar sus normas y poléticas sobre el ozono.

Altas concentraciones de ozono a nivel terrestre no son tan comunes en Canadã, pero tres regiones urbanas—el Valle Inferior Fraser de la Columbia Britãnica, el corredor Windsor-Québec City, y la Regiñn Sudatlãntica que incluye a Nueva Brunswick y Nova Scotia—sufren de varios “déas de mal aire” al año. El gobierno canadiense, a través de su Ley de Aire Limpio, mantiene reglamentos aün mãs estrictos que EUA contra el ozono terrestre, pero su aplicaciñn no es de alta urgencia, debido a que el problema se percibe como menor en ese paés.

Para ayudar a minimizar el ozono de suelo, evite viajes por automñvil y el uso de cortacéspedes motorizados especialmente durante déas calurosos y sin brisa. Las pinturas y los diluyentes, la mayoréa de los cuales emiten VOCs que crean ozono y forman smog, también deben evitarse lo mãs posible a medida que se acercan las altas temperaturas. Los que estén preocupados acerca de sus problemas respiratorios, deberéan prestar atenciñn a los noticieros del tiempo locales, la mayoréa de los cuales dan alertas sobre el smog.

CONTACTOS: U.S. EPA Ground-Level Ozone Information; Canada’s Clean Air Act


Querido DiãlogoEcolñgico: éExisten organizaciones que se ocupen especéficamente de los problemas ambientales enfrentados por los vecindarios pobres o de minoréas?

—Bill Macomber, Ann Arbor, MI

Cuando el sociñlogo Robert Bullard empezñ a descubrir la proximidad de desperdicios peligrosos a barrios de minoréas a través del sur de los EUA, durante sus investigaciones doctorales en los años 80, naciñ el movimiento de “justicia ambiental”. En las décadas de intervalo, activistas del medio ambiente y los derechos humanos alrededor de los EUA y del mundo han lanzado miles de organizaciones sin fines de lucro para combatir el asé llamado “racismo ambientalista”—segün el cual las comunidades mãs pobres son expuestas en forma desproporcionada al embate de la poluciñn industrial en sus propios patios traseros.

La justicia ambiental es esencialmente un problema local, pero varios grupos nacionales han dedicado considerables recursos a corregir estas injusticias y defender el derecho de estas comunidades al aire y agua limpios. Quizã el mejor conocido de estas organizaciones es el Centro de Salud, Ambiente y Justicia (CHEJ, por siglas en inglés), fundado por Lois Gibbs, la madre convertida en activista que a principios de los años 80 logrñ que las autoridades cerrasen y remediasen el distrito del Love Canal en Niagara, Nueva York, donde los desechos industriales sepultados estaban causando serios daños a la salud. Desde ese entonces, CHEJ ha luchado hombro a hombro con miles de otras comunidades para lograr que se limpien sitios tñxicos y obtener restituciñn.

En otras campañas similares, el programa “Ciudades Vivientes” del grupo Defensa Ambiental (Environmental Defense), junta a equipos de cientéficos, abogados y economistas con grupos locales abocados a la resoluciñn de problemas de salud ambiental en centros de poblaciñn de minoréas. Y el Natural Resources Defense Council (NRDC) [Consejo de Defensa de Recursos Naturales] lleva a cabo estudios, produce informes y anãlisis de poléticas y monta campañas y pleitos en una variedad de temas de justicia ambientalista, con un foco reciente en ayudar a las véctimas del Huracãn Katrina. Otro grupo importante es el Earthjustice Legal Defense Fund, una firma de abogados sin fines de lucro dedicada al interés püblico, que ha encabezado varios casos famosos de justicia ambiental, desde sus comienzos como el Fondo de Defensa Legal del Sierra Club en 1971. La protecciñn de comunidades de trabajadores del agro de pesticidas peligrosos constituye una de sus misiones importantes en estos momentos.

Los que necesiten atenciñn a cuestiones de justicia ambiental pueden ponerse en contacto con estos grupos u uno regional que pueda estimar la severidad del problema tñxico y decidir qué hacer. El Southwest Network for Environmental and Economic Justice [Red del Sudeste p

ara Justicia Ambiental y Econñmica], the New York City Environmental Justice Alliance [La Alianza de Nueva York para Justicia Ambiental], the Environmental Law and Policy Center of the Midwest [El Centro de Ley Ambiental y Polética del Mediooeste] y el San Francisco Urban Institute [Instituto Urbano de San Francisco] son todos grandes recursos a este fin, como lo es, también, el Robert Bullard’s Environmental Justice Resource Center [Centro de Justicia Ambiental Robert Bullard], basado en Clark Atlanta University, y la Environmental Research Foundation [Fundaciñn de Investigaciones Ambientales], ubicada en New Jersey.

La Agencia de Protecciñn Ambiental (EPA) también ha comenzado a tomar en serio a estos problemas, y en 1992 creñ su Oficina de Justicia Ambiental para integrar la jsuticia ambientalista a los programas y poléticas de la EPA. Grupos de vecinos pueden solicitar ayuda de la EPA a través de subvenciones, y un programa para internos coloca a los estudiantes directamente en diversas comunidades para ayudar a los grupos locales a enfrentar cuestiones de salud y ambiente zonales.

CONTACTOS: CHEJ; Earthjustice; Southwest Network for Environmental and Economic Justice; San Francisco Urban Institute; Environmental Law and Policy Center; New York City Environmental Justice Alliance; Environmental Justice Resource Center; Environmental Research Foundation