Semana del 28/12/2008

Querido DiãlogoEcolñgico: Quiero convencer a mi escuela secundaria de que se haga mãs ecologista. éQué costaréa para que una escuela se cambie a productos de papel reciclados y a toda la iluminaciñn econñmica de energéa?

—Danel Berman, véa email

“Verdear” tu escuela es una gran idea. La movida no sñlo beneficiarã al ambiente sino también al cuerpo de estudiantes. Segün el informe “Verdeando las Escuelas de América" divulgar, patrocinado en parte por el Consejo de Construcciñn Ecolñgica de los EE.UU., una entidad no lucrativa (USGBC), los edificios “verdes” proporcionan mejor ambiente de estudio y aprendizaje para los estudiantes. Se cree que la mejor iluminaciñn, calidad del aire y acüstica refuerzan la capacidad de aprender y las notas de pruebas hasta tanto como un cinco por ciento. éY qué mejor manera de enseñar a la gente joven la importancia de la buena administraciñn ambiental que comenzando en las escuelas mismas donde los jovenes pasan la mayoréa de cada déa de trabajo?

Puesto que cada escuela es diferente, no hay fñrmula universal para calcular cuãnto costarã “ponerse verde”. El cambio al papel reciclado, por ejemplo, no serã necesariamente barato. Una inspecciñn al azar reciente en una cadena de nacional de artéculos de oficina mostrñ que el precio de una resma (500 hojas) de papel de copia reciclado al 30 por ciento era un 20 por ciento mãs caro que una resma sin contenido reciclado. Y si eligieras el contenido reciclado al 100 por ciento, pagaréas un 35 por ciento mãs por resma. Pero los precios pueden variar extensamente dependiendo de donde compras el papel, y los compradores a granel como las escuelas pueden negociar precios mucho mejores.

La mejor manera de compensar los costes acumulados del cambio al papel reciclado es reducir el uso de papel al mismo tiempo. Comienza un programa para educar a los estudiantes sobre cñmo pueden reducir el desperdicio de papel imprimiendo en ambos lados de una hoja y no imprimiendo muchos borradores, por ejemplo. Puedes también alentar a tu escuela a que se cambie a boletines electrñnicos en vez de papel y que encuentre otras maneras de reducir el uso de papeles administrativos.

Las escuelas no solo deberían ser animadas a cambiar al papel reciclado sino a reducir su consumo de papel en general. Los estudiantes pueden reducir el desperdicio de papel en forma seria al imprimir en ambos lados de la hoja y reduciendo el número de borradores impresos.© jeremyfoo, courtesy Flickr

El cambiarse al papel reciclado es definitivamente un triunfo grande para el ambiente. El Natural Resources Defense Council (NRDC—Consejo de defensa de recursos naturales) reporta que 40 cajas de papel de copia reciclado (400 resmas) al 30 por ciento ahorrarãn mãs de siete ãrboles, 2.100 galones de agua, 1.230 kilovatios-hora de electricidad, y 8,5 kg de contaminaciñn atmosférica.

Se puede calcular feacilmente el impacto para tu escuela. Pregunta en la oficina de procuraciñn de la escuela cuãnto papel de impresora/copiadora se adquiere rutinariamente, y calcula su peso en kilos o toneladas. Entonces ve a la Calculadora de Papel en lénea del Environmental Defense Fund. Entra el peso y el tipo de papel que utilizas y podrãs determinar la cantidad de madera, energéa, agua, basura sñlida y emisiones de gases de efecto invernadero que ahorrarãs cambiando a reciclado.

En cuanto a la iluminaciñn, muchas escuelas utilizan ya mucha iluminaciñn fluorescente. Si tu escuela todavéa utiliza bombillas incandescentes, considera que por cada ampolleta de 60 vatios incandescente cambiada a una de 13 vatios fluorescente, la escuela podréa ahorrar un 75 por ciento en energéa consumida—-un promedio de $45 por la vida ütil de cada bombilla.

Las escuelas mãs ambiciosas pueden también instalar sensores de ocupaciñn de salas los cuales apagan las luces cuando los cuartos estãn vacantes, o luces automãticas. Tales mejoras pudieran parecer como lujos a las escuelas ya en apuros presupuestarios, pero puede valer la pena de todos modos dada la energéa que se puede ahorrar y las lecciones aprendidas.

CONTACTOS: EnergyStar; U.S. Green Building Council; Natural Resources Defense Council; Green Schools Initiative; Environmental Defense Fund’s Paper Calculator.


Querido DiãlogoEcolñgico: Con todo el debate sobre la desalinization del agua de océano para hacerla bebible, équé sabemos sobre los impactos que esto pudiese tener en el clima, la salinidad del océano y otros procesos naturales?

—Fred Kuepper, véa email

Los biólogos marinos nos advierten que la desalación a escala mayor podría costar mucho en biodiversidad oceánica ya que tales instalaciones básicamente aspiran e inadvertidamente matan millones de plancton, huevos de pescados, larvas de peces, y otros organismos microbianos que constituyen la capa fundamental de la cadena de alimentación marina. También, por cada galón de agua dulce producido, otro galón de agua salada doblemente concentrada debe disponerse, desbaratando aun meas los ecosistemas marinos.© smthns, courtesy Flickr

Debido a su alto coste, intensidad de consumo de energéa y huella ecolñgica general, la mayoréa de los defensores del medio ambiente ven la desalinization (o la desalaciñn) —la conversiñn de agua salada del océano a agua fresca—como el ültimo recurso para proporcionar agua dulce a las poblaciones necesitadas. El adquirir agua dulce de riachuelos, réos, lagos y acuéferos subterrãneos y la adhesiñn a medidas estrictas de conservaciñn de agua son mucho mãs viables por razones econñmicas y ambientales en la mayoréa de los casos, aunque algunas regiones del desierto con poblaciones en crecimiento sedientas puedan no tener muchas de estas opciones.

La relaciñn entre la desalinization y el cambio de clima es compleja. El calentamiento del planeta ha aumentado sequéas en todo el mundo y convertido paisajes verdes en ãreas casi desérticas. Algunas viejas fuentes de agua dulce simplemente no estãn ya mãs confiablemente disponibles para centenares de millones de gente alrededor del mundo.

Mientras tanto, las poblaciones crecientes en ãreas desérticas estãn aplicando presiñn intensa a las fuentes existentes de agua dulce, forzando a estas comunidades a mirar a la desalinization como la manera mãs conveniente de satisfacer su sed colectiva. Desgraciadamente el proceso de desalinization consume muchos mãs combustibles fñsiles que obtener la cantidad equivalente de agua dulce de cuerpos de agua dulce. Como tal, la misma proliferaciñn de las plantas de desalinizaciñn alrededor del mundo—unas 13.000 proveen ya agua dulce en 120 naciones, sobre todo en el Medio Oriente, éfrica del Norte y el Caribe —es tanto una reacciñn como uno de los muchos contribuidores al calentamiento del planeta.

Mãs allã de las conexiones con los problemas del clima, los biñlogos marinos advierten que la desalinization extensa podréa implicar un costo pesado en la biodiversidad del océano; en efecto, las cañeréas de aspiraciñn de tales instalaciones esencialmente succionan e inadvertidamente matan millones de plancton, huevos de peces, larvas de pescados y otros organismos microbianos que constituyen la capa inferior de la cadena alimentaria marina. Y, segün Jeffrey Graham del Centro de Biotecnologéa y Biomedecina Marina del Instituto Scripps de Oceanograféa, el lodo resultante tras la desalinization—por cada galñn producido de agua dulce, otro galñn de agua salada con doble concentraciñn salin

a debe disponerse—puede dar rienda suelta a estragos en ecosistemas marinos si se descargan en forma descuidada costa afuera. "Para algunas operaciones de desalinization," dice Graham, "se piensa que la desapariciñn de algunos organismos en las ãreas de descarga se puede relacionar
con estos desechos ultrasalados."

Por supuesto, a medida que desaparecen las fuentes de agua dulce, el coste econñmico de desalinization—especialmente en zonas costeras con fãcil acceso al agua de océano—comienza a parecer competitivo con los métodos tradicionales de obtenciñn de agua. Hasta la fecha hay cerca de 300 plantas de desalinization en los Estados Unidos, con 120 en la Florida y menos de 40 en Tejas y California. Unas 20 plantas adicionales se planean para la costa de California en los años que vienen, a menos que prevalezcan los ecologistas alabando las virtudes de conservaciñn y del empleo de cabezales de ducha e inodoros de flujo bajo.

CONTACTOS: Scripps" Center for Marine Biotechnology and Biomedicine