Cuando amamantamos a nuestros bebés les pasamos cantidades minúsculas de las mismas sustancias químicas a las que nos exponemos todos los díasde diluyentes de pinturas a preservadores de madera a subproductos de la gasolina y retardadores de llamas. Sin embargo, algunas investigaciones han mostrado que la carga tóxica de la leche materna es menor que la que existe en el aire que la mayoría de los habitantes de ciudades respiran en sus hogares. A pesar de la vulnerabilidad de la leche del seno a la contaminación, los beneficios del amamantamientode la nutrición a las importantes enzimas y anticuerpos que proporciona, al vínculo madre/niño que se formafácilmente superan los riesgos.© Getty Images
Los investigadores han encontrado que los que vivimos en paéses desarrollados—igualmente hombres, mujeres y niños—llevamos bastante toxinas en nuestros cuerpos debido a la exposiciñn constante a varias sustancias quémicas en nuestros ambientes urbanos, suburbanos e incluso rurales. Si esto no resulta suficientemente alarmante, el hecho que estas sustancias quémicas acaban en la leche materna y son a su vez pasadas a los recién nacidos es aün mãs desconcertante.
Segün la escritora Florence William, cuyo innovador artéculo en 2005 en la Revista The New York Times Magazine abriñ los ojos de muchas mujeres a los asuntos de salud y medio ambiente con el amamantamiento, la leche materna tiende a atraer metales pesados y otros contaminantes debido a su alto contenido de grasa proteénico. “Cuando amamantamos a nuestros bebés, nosotros les damos no sñlo las grasas, azücares y proteénas que alimentan sus sistemas inmunolñgicos, metabolismos y sinapsis cerebrales,” declara ella. “Nosotros también les transmitimos, aunque en cantidades minüsculas, diluyentes de pintura, léquidos de limpiado al seco, conservantes de madera, deodorizadores de baño, aditivos cosméticos, subproductos de gasolina, combustible de cohete, venenos de termitas, fungicidas y retardantes de llama”.
Tras tales tipos de noticias, cuatro madres que amamantaban se reunieron en 2005 para formar Make Our Milk Safe (MOMS), una organizaciñn no lucrativa dedicada a la educaciñn, actividades legislativas y campañas con corporaciones para tratar de eliminar sustancias tñxicas del ambiente y en la leche materna. El grupo educa a mujeres embarazadas y otros acerca de los impactos en los niños a causa de exposiciñn a sustancias quémicas antes, durante y después del embarazo, y promueve alternativas mãs sanas a productos como productos de limpieza, contenedores de alimento y productos personales que contienen sustancias peligrosas.
“Junto con sus anticuerpos, enzimas y bienestar general, la leche materna también contiene docenas de compuestos que han sido ligados a efectos negativos de salud,” informa MOMS, que lista el Bisfenol-A (BPA, un componente de plãstico), PBDEs (utilizados en retardantes de llamas), perclorados (utilizados en el combustible de cohetes), sustancias quémicas perfluorinadas (PFCs, utilizadas en limpiadores de piso y cacerolas antiadherentes), talatos (utilizados en plãsticos), cloruro de polivinilo (PVC, comünmente conocido como vinilo) y los metales pesados cadmio, plomo y mercurio, como los mãs problemãticos.
A pesar de estas preocupaciones, algunas investigaciones recientes han mostrado que la carga tñxica en la leche materna es mãs pequeña que en el aire que la mayoréa de los habitantes de ciudades respiran dentro de sus hogares. Investigadores de la Universidad [Estatal]
de Ohio y Johns Hopkins midieron los niveles de compuestos orgãnicos volãtiles (VOCs, por sus siglas en inglés) en la leche materna y en el aire dentro de los hogares de tres madres de Baltimore que lactan, encontrando que la exposiciñn quémica de un bebé a los contaminantes del aire estaban entre 25 y 135 veces mãs alto que al beber la leche maternal.
“Debéamos enfocar nuestros esfuerzos para reducir las fuentes aéreas interiores de estos compuestos,” dijo Sungroul Kim, de Johns Hopkins, el autor principal del estudio. El estã de acuerdo con los Centros Estadounideneses para el Control y Prevenciñn de Enfermedades (CDC) y muchos otros expertos de la salud, que, a pesar de la vulnerabilidad de la leche materna a la contaminaciñn quémica, los beneficios de amamantar al bebé—desde la nutriciñn, enzimas y anticuerpos importantes que suministra, al nexo madre/niño que proporciona—ofrece muchos mãs beneficios que riesgos.
CONTACTOS: MOMS; Study: Volatile Organic Compounds in Human Milk; CDC
DiãlogoEcolñgico (EarthTalk) es ahora un libro! Mãs detalles e informaciñn en: emagazine.com/earthtalkbook.